Alimentarse de manera saludable no significa comer todos los días en lugares caros, llevar tu lunch a todos lados o complicarte la existencia; sin embargo, la vida muchas veces hace que terminemos en los puestitos o en las zonas “fast food” o comida rápida de cualquier centro comercial, donde aunque a veces hay opciones, los platillos saludables son más difíciles de encontrar y ya rodeados de tantas papas, hamburguesas y antojos, ni los notamos o caemos en la tentación.
Las estadísticas, tampoco nos dan mucho ánimo: Una de cada cuatro personas consume algún tipo de comida rápida diariamente y cada vez son más los casos de hipertensión, diabetes, o síndrome metabólico a consecuencia de una mala alimentación; por lo que además del tema estético, a la larga te salen más caros los estudios de laboratorio, consultas, medicamentos y tratamientos extra ; por que bien dice la frase: “Cuando la dieta es incorrecta, la medicina no sirve de nada, pero cuando la dieta es correcta, la medicina no es necesaria” .
Así que es hora de regresar a las comidas naturales e invertir un poco más de nuestro tiempo a buscar qué comida es la mejor para tu cuerpo; dile adiós a los refrescos, sopitas en vaso, papitas y pan dulce y hola a la comida sin etiquetas, de fácil acceso, preparada “a la antigüita”. Preparar comidas saludables en casa no tiene por qué ser difícil, pero si debemos saber algunos puntos básicos al cocinar, como por ejemplo: Moderar nuestro consumo de aceites, preferir preparaciones a la plancha, verduras al vapor y limitarnos a comer solo un tipo de carbohidrato (arroz o pasta o tortilla) a la hora de la comida.
También una manera de evitar bebernos calorías de más, es llevar contigo una botella de agua simple o infusionadas con tu fruta favorita; de esta manera evitarás pedir refrescos o jugos llenos de azúcar a lo largo de tu día. Ahora, si el tiempo es un impedimento, busca un día de la semana y date tiempo de cocinar lo básico para toda la semana; Prepara una gran tanda de verduras, fajitas de pollo,arroz integral o una sopa y guarda todo en recipientes individuales dentro del refrigerador o congelador; de esta manera será más fácil sacar, descongelar y comer saludable en trabajo.
Aquí te dejamos un práctico menú semanal:
Lunes:
- “pocket” de pan árabe relleno de jocoque, pechuga de pavo y germinado de alfalfa.
- 1 taza de uvas con cuadritos de queso panela.
- 15 almendras y 1 puñito de arándanos.
Martes:
- Ensalada de atún en agua a la mexicana.
- 1 paquete de galletas de maíz o 2 tostadas horneadas.
- 1 Manzana con crema de almendras
Miércoles:
- Ensalada de lechugas mixtas con tiras de pollo y gajos de toronja.
- Yogurt griego sin grasa con 7 fresas.
- 1 bolsita pequeña de cacahuates tostados.
Jueves:
- Brochetas de jitomate cherry, queso panela y surimi de pescado.
- 1 taza de cuadritos de pepino con jocoque.
- 15 almendras y 2 cuadritos de chocolate amargo 70% cacao.
Viernes:
- 2 tostadas de pollo deshebrado con aguacate, lechuga y queso panela.
- 1 naranja con chilito.
- Gelatina sin azúcar.